NADA VENDE MEJOR QUE UNA HISTORIA DE SUPERVIVENCIA
Nada vende mejor que una historia de supervivencia
Dirección y dramaturgia: Gilberto Corrales
Producción ejecutiva: Carlos Valdez Rosas
Iluminación: Lupillo Arreola
Elenco: Carlos Valdez Rosas, Daniel Piñeiro, Estrella Gómez y Roberto Rendón.
Realización de vestuario: Saúl Lizacri
Proyecto beneficiado por el Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Sonora 2017-18 en la categoría Jóvenes creadores.
Proyecto apoyado por el Sistema de apoyos a la creación y proyectos culturales.
Descripción
En un espacio onírico que representa un hogar desmembrado, descuidado, desmoronado, al que le creció un matorral en el interior, volviendo lo íntimo, expuesto y desprotegido; se desarrolla el documental televisivo y morboso en el que dan testimonio los sobrevivientes de violencia sexual en la infancia. Al tratarse de un tema tabú, resulta irónico y contradictorio que el niño conductor se entusiasme por conocer y exponer los acontecimientos que marcaron las vidas de las personas que se encuentra aun deambulando en esta memoria selectiva consecuencia del trauma.
Ante la resistencia de los adultos por enfrentarse a los eventos traumáticos del pasado, el niño conductor diseña estrategias para conducir a los actores en la exposición de su testimonio, por medio de juegos dramáticos para recrear con imaginación situaciones y personajes que permitan regresar al hecho perturbador, pero desde una posición analítica, externa y controladora.
Haciendo uso de cuentos infantiles para explicar y analizar los hechos metafóricamente, y por medio de máscaras con las que se preserva en el anonimato a las víctimas, se logra indagar en las experiencias vitales de los actores; resultando en un hecho perturbador, pues la presencia del niño y su acercamiento a la verdad de los hechos, potencia la vulnerabilidad de la infancia y nos hace cuestionarnos qué tan necesario y prudente es velar el acontecimiento con la vergüenza y la discreción.
Al principio de la obra se advierte que “Lo siguiente puede impresionar a algunos espectadores. Se recomienda discreción. Esta es una historia real”; instituyendo el tono de documental; y concluye con los datos duros: México ocupa el primer lugar a nivel mundial en casos de abuso sexual infantil, alrededor de 4.5 millones de niños mexicanos son víctima de abuso sexual, de los cuales solamente se da a conocer el 2%. En 25 de los 32 estados de la República Mexicana la pederastia no está considerada como un delito grave. Después del narcotráfico la pornografía infantil es de los negocios más lucrativos del mundo.
Propiciar la sensibilización ante esa información y que logre concientizar, es el objetivo del espectáculo, por ello se emplean recursos visuales y musicales dirigidos a provocar la sensorialidad. La estética de la obra remite a lo antiguo, al pasado, pues el público objetivo es el sobreviviente que aún no ha denunciado su experiencia de violencia en la infancia, para remover esas memorias dolorosas y empoderar a la víctima por medio de la reflexión sobre la importancia de despojar al tema de los tabús que dificultan el entendimiento y la acción preventiva y penal ante este tipo de casos.
“Nada vende mejor que una historia de supervivencia” es una plataforma de exposición, una exploración de los restos de un pasado, de los trozos de memoria que no se han conseguido borrar, es una reconstrucción de los hechos, a partir del imaginario inocente e ingenuo de un infante.
Sinopsis
Un niño reportero conduce un programa documental sobre supervivientes que se resisten a dar testimonio; sumergiéndose en sus memorias y recreando por medio de cuentos infantiles y de juegos dramáticos los acontecimientos que provocaron la perversión de sus respectivas infancias; en un hogar invadido y destruido por un matorral que le creció desde el interior, reconstruyendo a partir de fragmentos de la memoria de los actores, va desentrañándose el dolor, la vergüenza y el resentimiento, que mantenía en el anonimato a las víctimas.