EL PATÉTICO DIOS CON PRÓTESIS
El patético dios con prótesis
Dirección y dramaturgia: Gilberto Corrales
Producción ejecutiva: Carlos Valdez Rosas
Iluminación: Lupillo Arreola
Elenco: Annya Katerina, Briseida López Inzunza, Estrella Gómez, Gonzalo García González, Lizbeth Rodríguez y Yara Lina.
Proyecto apoyado por el Sistema de apoyos a la creación y proyectos culturales.
Descripción
El patético dios con prótesis es un espectáculo teatral posdramático: satírico-performático-biodramático; diseñado para un espectador masificado, cuyas condiciones de recepción responden al lenguaje de los medios masivos de comunicación; para sensibilizar y concienciar sobre la cosificación de la mujer en la cultura mexicana.
La obra fue creada en laboratorio con el equipo creativo, sin una dramaturgia preescrita, sino con la intención de atribuir características de carácter ritual al acontecimiento, de manera que en cada presentación los y las artistas experimentaran la confrontación con su propia realidad.
El contexto estético del que se resignifican sus formas, es el del “Fashion Show”; y sugiere como sistema de lógica el de una competencia al estilo de un “Reality show”, para satirizar a los estereotipos de belleza, a la tendencia deshumanizadora de homogeneizar a los individuos, a las mujeres desvinculadas de su realidad, y a la búsqueda de la felicidad por medio del consumo.
Esta competencia se burla de la necesidad de agradarles a los demás, de la necesidad de ser aprobado, aceptado o comprado por otros para validar la existencia. Y son las mismas competidoras quienes construyen y hacen cumplir las reglas de la competencia, por más crueles y absurdas que parezcan. Tal como sucede en la vida real, en donde el ser humano crea –o, al menos, valida- figuras ideales, a pesar de la frustración que conlleven.
El patético dios con prótesis se propone la desmitificación de los estereotipos de belleza, por medio de la acción escénica mayormente ficcional, pero con recursos como el performance y el testimonio autobiográfico, para generar empatía por medio de la sospecha de lo real inmerso en la ficción.
El resultado de la dramaturgización del espectáculo, es decodificable, legible, se puede enunciar una fábula que describe la búsqueda insaciable de seis mujeres por convertirse en objeto de deseo; pero, al mismo tiempo, se comunica a nivel sensorial con su audiencia, con estímulos que contribuyen con la libre interpretación que, aunque adquiere un sentido dentro de la obra, permite verter la experiencia personal en la lectura del espectáculo, convirtiendo al espectador en coautor.
Aunque aparenta ser un acontecimiento en tiempo presente, cuyo desarrollo depende de la interacción con el espectador, su estructura se encuentra diseñada para propiciar una reflexión crítica sobre la violencia que implica el modo de vida que idealizamos como sociedad: planteando la hipótesis de que la cosificación de la mujer y el androcentrismo vuelven permisiva la violencia de género.
Sinopsis
Seis mujeres compiten insaciablemente por lograr la aceptación y convertirse en objeto de deseo, pero sólo una de ellas logrará ser digna de las miradas.